“Por ti lo haría mil veces más”

Leo desde que tengo memoria, a lo largo de mis veinticuatro años he crecido leyendo historias de todo tipo. Siempre he creído que no soy yo la que escoge los libros, sino que son ellos los que de una u otra forma me encuentran. Me gusta descubrir cosas nuevas, vivir experiencias únicas y soñar como si no tuviera que despertar nunca.

Cometas en el cielo de Khaled Hosseini, llegó a mi vida de forma inesperada, buscaba un libro pero no sabía con exactitud qué quería leer. Tengo una especie de ritual luego de que termino un libro, me lo pienso bastante hasta que me siento preparada para la próxima historia. Creo en personas que son luz, y en mi caso una de éstas me recomendó este gran libro.

Bajo el marco de un Afganistán respetuoso y arraigado a sus más valiosas tradiciones y costumbres, se presenta la ciudad de Kabul, con sus calles atiborradas de gente buscando el pan de cada día, una ciudad próspera, hermosos y verdes campos, flores que engalanan las casas, vecinos que buscan el bienestar de todos los del barrio, familias que se aman sin condiciones. Dos niños de clases sociales distintas le piden al viento que sea más bondadoso con sus sueños que vuelan como cometas en lo ancho del cielo.

Amir y Hassan los protagonistas de esta historia nos muestran el amor más puro y sincero que existe entre dos, y es la amistad que no conoce límites, ni religiones, ni clases sociales pero que con las circunstancias que se presentan en la vida muestran la fragilidad de la misma y que si no se cuida se tiñe de odio, celos y traición. Me ha tocado el alma en lo más profundo, entender cómo la vida nos lleva por caminos que están marcados y no necesariamente escogemos; y aunque a veces actuemos mal, tenemos la oportunidad de arrepentirnos y remediar las malas acciones que siempre estarán resonando en la memoria de cada uno aunque las hayamos querido enterrar.

Amir es un niño bueno, de clase social alta, rodeado de lujos y una respetable educación; sin embargo, se ve necesitado de buscar la aprobación de su padre en cada una de las actividades que hace, al crecer sin madre, su mundo gira en torno a encontrar un atisbo de cariño y amor por parte de su progenitor y es por esto, que no duda en recurrir a las últimas instancias por cumplir con este objetivo así tenga que traicionar y dañar. Hassan por su parte, es el hijo del criado de la casa donde vive Amir, no tiene mayores ilusiones que ser siempre amigo de Amir, de agradecer por el techo donde duerme y la comida que lo alimenta a diario. Le hace ilusión aprender a leer para poder conocer miles de historias de los sultanes de su tierra amada, Kabul.                                       Amir y Hassan nacen en la misma casa, crecen juntos y a pesar de sus diferencias encuentran un mundo mágico de la niñez vivida a plenitud entre juegos, bromas, risas, sueños y cometas que vuelan alto en el cielo, y es en un festival de cometas donde se marca un antes y después en la vida de cada uno de los protagonistas. Hassan, nos recuerda a lo largo de la historia que la lealtad no se puede editar ni producir de acuerdo a nuestras propias conveniencias, porque se origina en el corazón humano, en la medida en la que te respetas a ti mismo para respetar al resto y entender que aunque esta fuerza es muy sensible ante las imperfecciones humanas, nunca puedes olvidar los valores que te han inculcado, tus orígenes y por lo que vives.

Una mezquina traición y la ocupación rusa en tierras afganas rompen la relación entre Amir y Hassan. La brutal invasión repartió miedo y división entre los habitantes, fue el inicio de una era de violencia y que acabó con la llegada de los talibanes para instalarse y arrasar con todo a su paso desde las tradiciones hasta convertir la colorida ciudad de Kabul en un montón de escombros cobijados bajo una capa de polvo gris, de la que pocos lograron escapar. El clan talibán irrumpe con fuerza imponiendo sus propias creencias y sembrando el caos y el terror entre los habitantes. Es en esta parte de la historia donde recuerdo al padre de Amir cuando le enseñaba la vida y sus reglas más sencillas; muy determinante le explicaba que cuando matas a un hombre, le robas la vida, robas el marido de una esposa y el padre de sus hijos. Cuando mientes, le robas al otro el derecho a la verdad. Cuando engañas, robas el derecho a la equidad. No hay acto más miserable que el robo.

Amir y su padre emigran hacia Estados Unidos donde sufren la difícil adaptación en un país totalmente distinto al de origen, un lugar frío e incómodo para asentarse. Con el paso de los años, los recuerdos se vuelven más frecuentes, de forma intempestiva los arrepentimientos asaltan la memoria de Amir y la determinación por encontrar a aquel amigo al que sin justificación alguna traicionó y abandonó en Kabul para de alguna forma reparar el daño que causó.

En mi opinión, la trama de este libro es completa y es justo destacar la ambientación de Afganistán donde se puede conocer la historia política y social de este país antes de la guerra, resaltando el peso de la familia, la amistad y las tradiciones como forma de vida de los afganos. Esta historia conmovedora y realista es en sí un grito a la amistad, a la lealtad y a la tolerancia que no nos deja indiferentes hoy en día.

No creo que recordara un Afganistán tan hermoso y próspero, en realidad, lo que la guerra nos ha dejado en estos cuarenta años es el retrato de un país desolado por la tragedia, debo confesar que desconocía de muchos datos importantes para lograr entender por qué sucedió lo que sigue pasando hasta hoy y que ha dejado a miles de personas abandonadas en el dolor, habrán otros miles más que dejaron de existir ante tanta maldad y odio; niños con sueños, adolescentes con esperanzas, adultos y ancianos a quienes la luz se les apagó, solo por creer distinto, por pensar en voz alta y no callar.

Este libro es rico en enseñanzas, reflexiones profundas y nos cuestiona la forma en cómo actuamos con las demás personas, cómo por ambiciones propias dejamos en el camino a quién tenemos al lado, solo por salir triunfantes de determinada situación. Es muy fácil involucrarte en la historia, me pasó a mí, me sentí parte de ella desde las primeras líneas y me afiancé en ellas creciendo con cada uno de los personajes que aparecían.

La vida se encarga de darle una segunda oportunidad al protagonista de esta historia, es significativo también pensar si en nuestro caso ¿Estamos dispuestos a tomar esa segunda oportunidad a pesar de las consecuencias que pueda traer ésta? .Es importante preguntarnos ¿Estaría dispuesto yo a hacerlo? Y más importante aún si estamos decididos a responder “¡Por ti lo haría mil veces más!”

“El amor es la amistad prendida en fuego. Es confianza mutua, intercambio y perdón. Es lealtad a través de los buenos y malos tiempos. Se conforma con menos que la perfección y permite las debilidades humanas”.  -Ann Landers.