Por Francisco López
En una gran racha, el cine ecuatoriano le sigue dando al blanco en cuestiones como los géneros cinematográficos. Ecuador poco a poco va dejando este matiz latinoamericano de pintar en el cine solo retratos de historias sobre desigualdad social, delincuencia, adicciones, etc. Con un gran ejemplo de géneros, nos trae la película familiar: Con alas para volar.
Hay que resaltar el hecho que este largometraje fue concebido -bajo preceptos de la iglesia evangélica- como una historia conservadora que atrae a todo rango de edades y clases sociales. Se presenta con un argumento bastante sencillo de un matrimonio que empieza a decaer, el relato es acompañado por unos cuantos “gags” situacionales para darle un “comic relieve” a los espectadores durante la función y no perder el ritmo de las escenas. Esta combinación puede leerse como un símil de las novelas mexicanas del año 2000 -como «Carita de Ángel»- que se agarran de ese estilo cómico-dramático.
En cuanto al guión y su estructura, los argumentos son presentados de manera bastante dinámica y entretenida. Se sigue una línea bastante conocida dentro de las fórmulas del cine comercial a las que estamos acostumbrados. A pesar de esto, los diálogos carecen de naturalidad en muchas de las escenas de la película, muchos de estos caen dentro de los conocidos «lugares comunes» y se sienten bastante prefabricados. Estos recursos pudieron haber sido aprovechados para explotar la riqueza de nuestra jerga y lograr un gancho empático más efectivo. En lo que respecta a contenido, la intención del mismo es lograr una reflexión acerca de los valores de la familia y la espiritualidad, pero esta intención queda opacada por el grado de superficialidad en el que se manejan ambos conceptos. En el caso de la familia, cae en representaciones de género bastante precarias con argumentos como «jugar con muñecas es de nenas» y otras referencias similares en torno a la idea de que es apropiado que un hombre realice dentro de su contexto y que no es recomendable porque se escapa de la idea de «hombre» establecida en la sociedad. De igual forma, en el ámbito espiritual se decide ir por un sendero místico (la espiritualidad paliativa) en el cual la transformación de los personajes se da gracias a eventos más allá de lo naturales. No se busca presentar una postura sólida y fundamentada sobre una espiritualidad sino que se limita a repetir ideas y conceptos generales que la gente pueda asumir con facilidad y aplaudir al final de la proyección.
Para cerrar con broche de oro, es preciso mencionar que uno de los grandes acontecimientos de esta película es el objetivo planteado por el director de cambiar la percepción que se tiene sobre los ciudadanos afro-ecuatorianos. A manera general, tanto el cine como la televisión ecuatoriana, se han encargado de darnos representaciones marcadas de los personajes que desarrollan estos ciudadanos afro-ecuatorianos, muchos de ellos vinculados a la delincuencia, drogas, poligamia, etc.
Con alas para volar puede ser uno de los únicos largometrajes ecuatorianos que rompe con una serie de mitos, no sólo el de buscar que un descendiente afro desarrolle un papel protagónico cuyo personaje no está vinculado en negocios ilícitos, sino que también marca una postura frente a lo que un niño puede considerar imposible o no, dándonos -al final del día- un mensaje alentador para los padres e hijos de no subestimar nunca el potencial que se lleva dentro, ya sea siendo padre o hijo.
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Sobre el autor
Francisco López
Un enjambre de moléculas puestas de acuerdo de forma provisional"
I'm here as you are here, as you are me and we are everybody ... [All Things Must Pass]